Pana no existe
Ya se ha vuelto tradición para mí colgar libros en forma de blog. Es práctico y es humilde.
El último libro–blog que he publicado se llama Pana no existe. Esta columna es una especie de prólogo al mismo.
Un libro que nació de haber vivido yo en Pana (esto fue antes de la hecatombe de la cianobacteria). No un poemario pretencioso, ni un homenaje dramático. Sólo una biopsia gentil y poética de Panajachel en un instante sincrónico: si se hubiera tomado la biopsia un día después, el resultado hubiera sido distinto.
Esa experiencia de vivir en Pana le dio mucha riqueza a mi vida. En Pana coexisten un sinnúmero de sociedades y subsociedades, y de hecho hay más inteligencia social que en la ciudad. En todas esas sociedades hice amigos, y algunos aparecen en el poemario.
Aparte de darle riqueza a mi vida, esa experiencia en Pana fue sumamente dolorosa para mí: es lo que los alquimistas llaman ‘fase de nigredo’. Pana acelera todos tus procesos internos, malos o buenos. Es un verdadero centro de poder.
Pero no hay que quedarse encarcelado allí. Nunca fue ni seré un panafrik: una de esas personas que dependen de Pana para ser felices.
El blog, de unos 56 poemas, está ilustrado con pinturas de la artista norteamericana Kristine Mccallister, mi vecina en Pana. Un brindis por mi querida Kristine, una gringa adorable que adora el lago, y no es el suyo un amor patriotero o fanático o de funcionario, sino un amor de madre y de hija.
Aparte de ser artista tan auténtica y peculiar, Kristine es una mujer espiritualmente despierta. Fue ella quien me regaló Yo soy eso, de Sri Nisargadatta Maharaj. Es lo mismo que darle la vida a alguien.
Ya sólo me queda escribir la gran novela de Pana, cosa que no se ha hecho y que yo pretendo hacer. Pero no he tenido tiempo ni dinero para eso. Es una pena que no existan en Guatemala unos tres o cuatros millonarios dispuestos a financiar lo inútil. El link del blog: www.pananoexiste.blogspot.com
2 comentarios:
Muy buenos poemas, pero el rojo de fondo hace muy dificil leerlos.
Leído satisfecho.
Publicar un comentario