Subverso
Es por la
presente que los invito a la actividad Subverso,
como parte del proyecto Escénica/Poética, del Centro Cultural de España
junto a Catafixia Editorial. Como saben o no, Escénica/Poética transforma la
obra de poetas locales en propuestas dramáticas. Se han hecho ya seis de estas
experimentaciones escénicas, a partir de la obra de escritores tales como
Wingston González o Vania Vargas. Luego hay que mencionar que estas puestas en
escena se hacen acompañar de una publicación.
Pues resulta
que ahora han elegido mi propia obra para ser representada teatralmente –en
este caso, teatro de objetos y marionetas, lo cuál resulta muy estimulante– y
a eso le han puesto el nombre de Subverso.
Es un título que rima perfectamente con mi trabajo.
Fue nuestro
jaguar editorial Luis Méndez Salinas, de Editorial Catafixia, quien me escribió
el otro día para informarme que el talentoso Teatro Armadillo estaba interesado
en crear y producir algo a partir de mis textos. Yo de inmediato sugerí que se
le echara un vistazo a mi libro “La oreja en tu mano”, el más teatral o
cinematográfico de mis poemarios, en mi opinión.
Más allá de
esa sugerencia, opté por no meterme en el proceso creativo. Y eso para que
Armadillo pudiera trabajar en completa libertad. De otra manera podría
convertirme en una presencia crítica, a lo mejor no agradable, seguramente no
creativa. El imperativo era no estorbar.
Ya casi no
tengo interés en insertarme en la vida cultural de ninguna manera, pero esto me
pareció distinto y fresco, y fue por ello que cuando Luis me sugirió esta
colaboración yo accedí en el acto. La verdad es que me siento suficientemente honrado.
Agradezco a la Catafixia (Luis y Carmen), al CCE (con Rosa y Yanis), al propio
grupo Armadillo, en cuenta a Reyes Josué Morales, quien es el director escénico
de Subverso, y a Guillermo
Santillana, responsable de la actuación y animación de objetos.
Como la obra
no la he visto, no puedo decir mayor cosa al respecto. Se me explicó nomás que está
inspirada en varias publicaciones mías, centrándose en el ya mencionado libro “La
oreja en tu mano”. Tengo confianza en el resultado.
Así como de
hecho tengo confianza en la relación orgánica que hay entre la poesía y el
teatro. Hay que comprender que la poesía es anfibia: siendo, por un lado,
íntima y silenciosa, también busca el proscenio, la amplificación. Por otro
lado, el teatro tiene lo suyo de vocación poética, como lo vemos en
Shakespeare, que murió hace cuatrocientos años (lo cual es presentemente motivo
de toda clase de homenajes y celebraciones). Y recordemos eso que dijo Lorca de
que el teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana.
(Buscando a Syd publicada el 18 de febrero
de 2016 en El Periódico.)
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