'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







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También quiero advertir que no debemos construir una nacionalidad para apartarnos del otro. ¡Cuidado con la retroterritorialidad! Tenemos completo derecho de identificarnos con cualquier expresión cultural del planeta sin ser linchados por ello, independientemente de lo que dicta el dpi. ¡Porque mientras sigamos pensando que nuestra identidad localizada tiene más peso que nuestra identidad global, seguiremos fragmentando y creando bunkers tectónicos de paranoia cultural!
           
Voy en contra de la falacia del compromiso local exclusivo: formar parte de una realidad local en ningún modo exime a nadie de su ciudadanía regional y global (y cósmica). De la misma manera que es sagrada obligación interesarnos en los asuntos de nuestro país también lo es el mostrar un genuino interés en cualquier conflicto que ocurra en cualquier parte del planeta, y comprender que en un mundo interdependiente cualquier crisis en cualquier latitud afecta por igual a todos, todo el tiempo. La distancia geográfica y cultural no debe y no puede ser bajo ningún criterio un pretexto para alejarnos del llamado otro. Con toda nuestra fuerza moral e intelectual trataremos lo mejor que podamos de investigar y comprometernos con las realidades íntimas pero también con las remotas, bajo el entendido de que todas son irrevocablemente nuestras.
           
Por demás, ocurre con frecuencia que la misma proximidad con un conflicto impide a aquellos que lo viven tan de cerca generar soluciones objetivas o fuera de la caja, en cuyo caso el observador distante bien puede ser el único chance que tienen de encontrar una salida. Se hace evidente aquí que no hay que utilizar el argumento de la responsabilidad planetaria para crear escenarios gratuitos de intervención violenta.


(Buscando a Syd publicada el 28 de mayo de 2015 en El Periódico.)

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Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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