'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Gt (56)

Definitivamente, me parece que hay que cuidarse del relativismo mórbido, esa horizontalidad circular en donde ya no hay lugar para la autoridad o la jerarquía o la verticalidad, y más que nada, en donde ya no hay lugar para lo sagrado, y aquí se entiende lo sagrado por supuesto en su acepción abierta.

En términos prácticos, el desconfiar de la jerarquías y el no saber cristalizarlas hace que las organizaciones demasiado horizontales se vuelvan inoperantes, deslideradas, incapaces de movilizar recursos y personal, o de proveer inspiración de calado que no sea lateral y endogámica.

No es infrecuente que los activistas grassroots sean incapaces de montar proyectos de largo plazo y de envergadura. Especialmente cuando les gusta la vida relajada, alejada y alternativa en un pueblo en el interior...
           
Si no son ateos rematados, y si tienen alguna tendencia al optimismo sutil y místico, van mezclando su lucha con lugares comunes sobre el amor universal, mientras fuman unos purotes de buena yerba, y se meten uno que otro enteógeno, al lado de algún cuerpo lacustre. Luego terminan perdidos en alguna secta chamánica, contando mantras hasta el infinito.
           
Estoy bromeando, más o menos. Lo cierto es que no tengo nada en contra de la simplicidad voluntaria ni la vida retirada, muy al contrario, y yo mismo, en cierto modo, la practico. Siempre y cuando no se convierta en un modo conveniente de evadir las complejidades del momento crítico que estamos viviendo, en lo íntimo y en lo social.
             
Tampoco es que no existan frentes muy serios de compromiso en el país. Abundan ejemplos de organizaciones y redes de solidaridad muy concretas y disciplinadas, con personas extremadamente formadas e informadas, de mucho carácter y de muy notable alcance, dispuestas a hacer el trabajo sucio.
           
No quita que existan otros idealistas completamente incapacitados para crear cambios en las metaestructuras, especialmente porque al desconfiar del universo del poder y los ambientes jurídicos, no se meten a esas aguas, cuando solo allí podrían ganarse ciertas batallas.
           
A veces hace falta un poco de realpolitik para conseguir resultados. Un problema es que sobran aquellos que no quieren mancharse las manos. Por lo mismo no desean entrar a un mismo cuarto con sus antípodas políticos: semejante conversación les mancillaría su precioso e inmaculado discurso. Dejando así a acolmillados o advenedizos en completa libertad de ocupar las plazas clave de poder.
           
La verdad es que quieren (o queremos, debería de decir) permanecer puros y héroes en la propia torre de cristal ideológica, hablando de política, pero fuera del fango.

Y sin embargo es imposible salvar el culo y las apariencias al mismo tiempo.
           
Y sin embargo el culo hay que mojarlo.



(Columna publicada el 19 de marzo de 2015.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.