'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Gt (31)

En otras secciones, hablamos del compatriota esperpéntico, irreverente, lúdico, pícaro, riente, energético, relajado, no morigerado, desacralizador, recursivo y juglar. Estamos hablando de lo chispudo en contraposición a lo aguambado.  

El ingenio es a no dudarlo un valor de los nuestros. Ya sublimado, es un valor que podemos llamar mejor así: creatividad. Por cierto, no negaremos que hay guatemaltecos lentos, gerontes, idiotas y subnormales, que se sienten en casa cuando están en un estado avanzado de sopor sináptico, pero eso no quita que exista una cepa colectiva de connacionales más  o menos agiles. No sé si seremos alguna vez un pueblo de sabios, pero podemos arreglárnoslas como comunidad artesanal de pequeños creativos.

Admito que estamos bloqueados la mayor parte del tiempo, pero es que todos aquí se pasan el valor del talento por el culo. No existen las estructuras ambientales conducentes a la libertad imaginativa, en los ámbitos técnicos o liberales, conceptuales y pragmáticos. No estimulamos, en las escuelas, la creatividad radical ni las conexiones fluidas de significado. No reconocemos ni elevamos las múltiples inteligencias humanas. Nuestra facultad de aprender y revelar nuevas penínsulas de realidad está completamente desamparada. Tampoco estamos listos para crear mecanismos de fertilización cruzada y menos a entrar en la lógica del open source.  

Sobre todo no sabemos separar la creatividad del campo de lo creativoso y lo chapucero. Es lo que yo he llamado antes la dictadura de la ocurrencia, notable en las redes sociales y las agencias de publicidad. Eso de  reducirlo todo a una degradada ingeniosidad, aérea o inoperante, o peor aún, a un chiste, a una completa chingadera.


(Columna publicada el 4 de septiembre de 2014.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.