'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







El Padrino escucha



He venido, Padrino, a felicitarle por la boda de su hija. Verla así reír, en su vestido tan blanco, allá afuera en la pista de baile, es el sabor mismo de la felicidad.

Pero hay otra cosa.

Sí, don Corleone: un favor.

Usted es un hombre íntegro y generoso. Un hombre ordenado. Usted sabe que hay cosas que No Son Geométricas, en el mundo. Y esas Cosas No Geométricas  deben ser puestas en su lugar, deben ser administradas, ¿no está de acuerdo?

Hay Cosas No Geométricas y Seres No Geométricos. Hay entidades sin iglesia, personas sin código, sin virilidad, que hacen las cosas como se les da la gana,  que hacen las cosas pornográficamente, y hacen daño a la gente Equivocada.

Buen Padrino, hoy me presento ante sus ojos, porque una de estas personas ha traído la desdicha a mi faena y a mi familia. Esta cierta persona es ya como una enfermedad terrible. Es como una muñeca cortada doscientas cuatro veces. Como una aceleración de espinas en la noche.

Hay un momento, en la vida de todo el hombre, cuando este deberá pedir un favor a otro más grande que él. Ese momento ha llegado hoy a mí.

Necesito su autoridad y su socorro, Padrino.

Prometo pagarle, llegado el momento. Prometo darle satélites y monumentos. Traeré cabezas de Gorgonas para usted. No habrá amnesia de mi parte, si tan solo, el día de hoy, día auspicioso, día solar en que su hija se casa entre honestos inmigrantes sicilianos, me concede un beneficio y un mercurio, si tan solo le quita la fortuna de la vida a un infeliz que no la merece, y en todo caso la repudia, y sobre todo la desdeña. 

Usted y yo nos entendemos, Padrino.

Usted y yo nos entendemos.



(Columna publicada el 7 de noviembre de 2013.) 

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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