Más vale prevenir
La Jolie, en
un ataque radical de medicina preventiva, se sometió a una doble mastectomía,
para evitarse la posibilidad de morir prematuramente, como su madre.
Yo respeto eso
de la medicina preventiva: respeto a cualquiera que no quiera enfermarse feo y
morir mal.
Más en un país
como Guatemala, en donde hay apenas medicina pública, y la privada te pide un
riñón por consulta, y aquel que pueda pagarse un seguro es porque tiene –al
menos de momento– un karma de vip lounge.
Incluso en
países con mejores sistemas de salud pública, la enfermedad colectiva es ya un
peso tremendo –el techo amenaza con desfondarse. Conviene recuperar sistemas de
salud preventivos tradicionales, como en China.
Yo no tengo lo
que se dice un estilo de vida totalmente sano, para qué les voy a dar paja,
pero ahora que estoy a punto de ingresar a mis treinta y siete, me planteo
ciertas cosas.
Para empezar,
no tengo hijos, tampoco quiero tenerlos, así que nadie estará allí para
cuidarme, cuando sea viejo, si llego a viejo, aunque preferiría no llegar, a
diferencia de Angelina.
Es cierto que de
un tiempo para acá me trato mejor. Pero igual, hay cosas que no tengo para nada
calibradas. Por ejemplo, siempre consigo llevar mi tensión arterial a grados digamos
derrapantes. O bien como re–mal, me vale madres el azúcar, el sodio, tantas cosas,
soy hermano de las frituras más esperpénticas, me harto parejo.
No es cuestión
de “organizarse” y salir, à la Travis Bickle, a “hacer frente a la chusma, a la
prostitución, a las drogas, a la podredumbre, a la basura”. Dios nos libre de
la pureza. Pero una vida sana es que no deja de ser elegante.
(Columna
publicada el 23 de maya de 2013.)
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