'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







La guerra del mañana


Sin haber resuelto el conflicto político del ayer, ya se nos viene el conflicto ecológico del mañana.

En cierto momento crítico de la semana anterior, de incertidumbre cargado, ambos conflictos confluyeron, cuando tuvimos a un Ríos Montt sentado en el banquillo polémico de los acusados, y entretanto, afuera, el asunto de la minera, al rojo vivo, nos traía en ofrenda el hociquillo leproso de un apocalipsis, con un estado de sitio luciferinamente simbólico.

No es en nada un escenario exclusivo de nuestro país. Eso se vive en el mundo entero. No hemos ecualizado los grandes debates económicos, humanos y doctrinales planetarios, salvo que ahora adicionalmente el orden ecológico se nos viene a pedazos, como glaciar en decadencia.

Mucho de aquello que hemos vivido en las últimas décadas, en lo que a conflictos armados se refiere, es una suerte de continuación alucinada entre las guerras patrimoniales ideológicas del siglo veinte y las ambientales del nuevo milenio. En esta línea, las intervenciones militares en Oriente Medio han servido como puentes entre dos órdenes de guerra.

En unas décadas, el relato realista mundial incluirá ejércitos formales al servicio de la corporativización de los recursos naturales, y por otro lado movimientos de base tornados en militancias biosféricas.

¿Delirio, entonces? ¿No puso hace unos días acaso este gobierno sus recursos humanos armados al servicio de los intereses de una minera trasnacional? ¿No produjo eso una espiral encendida de indignación? ¿No será sangrienta la guerra del mañana?


(Columna publicada el 16 de mayo de 2013.) 

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Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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