'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Tratamiento


Necesitaba hacerme un tratamiento de canales; y me lo hice.

Pero antes me metí a YouTube, para saber de qué iba la cosa.  

“Tratamiento de canales”, puse. En la pantalla de la computadora apareció una seguidilla de infomerciales, animaciones, procedimientos en vivo.

Contemplaba embelesado estos didácticos videos y así empecé a considerar la posibilidad de generar un protocolo de limpieza de los organismos del Estado, inspirado básicamente en la terapia de conductos.

En efecto, si pudiéramos importar milimétricamente los métodos de la endodoncia (apertura cameral, remoción de la pulpa dental enferma, limpieza y descontaminación del sistema de canales, sellado de los mismos, así como colocación de la corona) a los cuerpos de gobierno (atacados por la caries de la corrupción, el narco y el crimen organizado) quizá podríamos reducir significativamente la indeseable, muy pungente, siempre dolorosa, Pulpitis Institucional.

Comencé de esa cuenta a escribir un extensivo documento en Word –llamado Tractatus democrático–radicular (perspectivas endodónticas en la lucha institucional)– y en esfuerzo formal proseguí la redacción de este revolucionario trabajo teórico durante días y noches febriles. Si lo interrumpí fue solamente porque tuve que ir muy cabalmente al dentista, a recibir mi propio tratamiento de canales.  

El día de ayer concluí por fin el Tractatus, cuya versión final alcanza las ochocientas cuartillas. Mandaré a imprimirlo, y en la portada le pondré el dibujo de una muelita. Mi intención es enviárselo al General Poroto, para su íntima consideración.


(Columna publicada el 28 de febrero de 2013.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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