'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Voto global

El nuevo presidente norteamericano es asunto que nos concierne a todos, no solo a Katy y Clint.

Al final del día, claro, a este cabecilla lo terminarán escogiendo unos pocos, cruciales votantes de Estados Unidos (todo se reduce a los swing states). Pero cada vez más será menos descabellado decir que el resto de países tenemos derecho a alguna clase de voz, en las elecciones gringas (o de cualquier superpotencia). La muerte de las fronteras políticas y económicas no ha traído aún esta prerrogativa, que es más bien una necesidad: si las decisiones de un país informan la vida de otro de modo consuetudinario, a menudo trágico, ¿por qué no habría éste de tener injerencia sobre el proceso electivo de aquél? Yo propondría al menos unas elecciones mundiales simbólicas, vía web.

Hay sí ciertos sondeos. Leí la otra vez que –de acuerdo a Gallup– si el mundo votara, Obama tendría cuatro votos por uno de Romney.

El mundo es pro–Obama. Después de todo, se precisa desconfiar del republicanismo tan veleidoso como sacramental de Romney, que promete un frankestein con todas las de la ley. Pero lo cierto es que en Obama nunca vimos las decisiones planetarias conscientes que se esperaban de su persona. Su mandato fue muy electoral –una continua búsqueda de leverage político– en lo doméstico, y consistemente conservador en lo exterior.

Sobre todo, no se puede circunvalar aquello que dijo alguna vez Sánchez Dragó: “Todos los presidentes de Estados Unidos, de Roosevelt en adelante, y quienes siguen sus órdenes o les ríen las gracias, son, han sido o serán criminales de guerra”. Feliz día de difuntos.


(Columna publicada el 1 de noviembre de 2012.)

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Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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