SR
Mañana
celebran en el CCE de Managua un homenaje a Sergio Ramírez, por sus setenta
años de vida, y cincuenta de escribir.
Me invitaron
por cierto al acto, para así recibir el Premio Centroamericano Carátula de
Cuento Breve. Carátula es revista digital empujada por el mismo Ramírez, que ya
va casi llegando a una edición número cincuenta.
En el colegio,
una maestra puso en mis manos aquella antología de relatos que publicara en los
ochenta Piedra Santa, llamada Lo mejor
del cuento hispanoamericano –selección a cargo del injustamente olvidado
Albizúrez Palma–.
En ella uno
encontraba autores–monstruos del género –Arreola, Onetti, Rulfo, y así otros.
Y había un
relato de Ramírez. Me refiero a ese cuento suyo –ya muy famoso a estas alturas–
llamado El centerfielder, una pieza
absoluta de claridad narrativa. Ni hace falta decir que ese texto me partió en
dos el cráneo, por lo intocable. Legítima verdad literaria. Qué nivel.
A partir de
ese primer encuentro con la literatura de SR, he tenido la suerte de verificar
su enormidad literaria, en tantísimos géneros, pues el señor es todoterreno.
Resulta que
por esta y aquella razón no podré acudir mañana a la entrega del premio, y me
han pedido que envíe un pequeño clip de agradecimiento, y en él describo a SR
como un “conductor de lucidez” y alguien que está “comprometido con su tiempo
desde hace mucho tiempo”.
En Guatemala se
le admira y aprecia bastante al escritor nicaragüense, y lo sabemos muy propio
también. Así que uno bien fuerte para Sergio Ramírez.
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