'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Noble tradición



Con ese asunto de las Pussy Riot, vienen a mi mente una, dos ideas. 1) Yo respeto todos los templos, y entre todos los templos que respeto, respeto el templo del punk. 2) El punk es Noble Tradición y Linaje Espiritual, con sus gurús y transmisiones. 3) Tampoco soy de aquellos que defienden programáticamente el punk, y menos el punk programático, o eslogánico. 4) Ni tampoco el depredador o el supurativo. 5) Sid Vicious era una entidad repugnante. 6) Vi el perfomance de la Nadejda, la Tekaterina, la Maria: da rubor ajeno, de lo cándido y ridículo. 7) Ya quisieran las Pussy Riot tener la corrosión de sus bisabuelos los Stooges. 8) Como sea, mucho respeto a estas chicas, porque no cualquiera se mete a una catedral ortodoxa de Moscú, a hacer el payaso. 9) Qué honor recibir una condena de dos años; pena sería que les anularan la pena. 10) El punk hizo su parte y el sistema hizo la propia: un buen entendimiento. 11) Cuando el sistema muera, el punk morirá con él. 12) Siguiendo esa lógica, los punks más bien deberían rezar porque el sistema no muera. 13) Si una banda chapina hubiera hecho una performance análoga en Catedral, no les hubieran dado ni dos míseros días en el Preventivo. 14) No fue la Iglesia quien sentenció a las Pussy Riot: fue el Estado haciéndose pasar por la Iglesia. 15) Imposible distinguir si las Pussy Riot generan música efectiva, lo cual en el fondo carece de relevancia. 16) Los situacionistas habían hecho lo mismo que las Pussy Riot (hace unos sesenta años, para más precisión) y seguramente mejor, en Notre–Dame. 17) El punk como Lugar Común. 18) Lancen los adoquines.


(Columna publicada el 23 de agosto de 2012.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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