RARÍSIMA
Publicación
hecha en Guatemala. Anima información de arquitectura, arte, diseño, cultura,
fotografía y sobre la ciudad, y sobre las ciudades. Revista que, siendo tan
seria, canonizante, resulta ser a la vez aérea y fresca: es brisa.
Está construida con una sensibilidad impecable, que va más allá de la mera elegancia. RARA formaliza todos sus contenidos hasta las últimas consecuencias, apelando a los registros más sutiles del publishing. Se detecta en ella un estándar que nos intimida, nos hace palidecer a todos. Inteligencia, pasión, búsqueda, proceso, una suerte de idealismo quijotesco.
Está construida con una sensibilidad impecable, que va más allá de la mera elegancia. RARA formaliza todos sus contenidos hasta las últimas consecuencias, apelando a los registros más sutiles del publishing. Se detecta en ella un estándar que nos intimida, nos hace palidecer a todos. Inteligencia, pasión, búsqueda, proceso, una suerte de idealismo quijotesco.
Revista ultragráfica,
no por ello ha caído en la trampa de deshonrar el texto. Lo promueve inclusive duro,
docto. El lector tiene que dar el esfuerzo, acercase. Y eso es bueno. La
cultura que no es recogida y articulada es cultura a medias. Se precisa de un
trabajo contextual, desde parámetros universales que no se desprendan de lo
local y circundante, y por otro lado desde una actualidad y una inmediatez abiertas
a la distancia crítica y la re/visión.
Es rarísimo
encontrar en Guatemala un proyecto con los medios para establecer sin pudores semejante
involucramiento editorial y una impresión así de onerosa (suya es esa exigencia
clásica: el papel). Y sin recurrir a un alud de patrocinadores desafinados en
sus páginas, plan Prensa Libre.
Uno piensa en
el equipo íntegro de RARA con enorme admiración. Es como una unidad de
neurocirujanos muy eficientes. Termina la operación, y nos quedamos con una
revista trimestral de mucho coeficiente, a la altura de las más altas.
(Columna
publicada el 3 de mayo de 2012.)
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