El otro Jorge Sierra

El episodio del mes pasado de Diez Justos fue todo un regalo, en términos de audiencia.

Hoy la entrevista es a Jorge Sierra. Yo le veo decencia y aplicación a Sierra, pero sin mojigatería, como se nota en sus columnas de música, siempre segando con arte las distintas gangrenas sonoras. Hay una compasión idiota que quiere convencernos de que la crítica no tiene valor cuando lo único que da valor es la crítica, y la de Sierra resplandece por su compromiso.

Le tengo a Jorge tremendo cariño y nos movemos en los mismos ámbitos periodísticos, es un colega de la redacción freelance, pero asimismo un colega en su interés en eso del desarrollo interior, en donde ha mantenido una actividad no diré oculta o bunkerizada, pero sí discreta, sin carga alguna de protagonismo demagógico, y por eso es que pongo a Sierra en la lista de los justos. Hay un dorremifasol de las bandas y los instrumentos, pero hay otro dorremifasol también de las esferas celestes, y Sierra se ha pasado la vida escuchando ambas músicas. A la par de entregarse al periodismo, con qué pasión, mantiene siempre su tendencia a la astrología, el esoterismo, el yoga, la espiritualidad maya, la tensegridad, el sujuy tukul, la alquimia, la magia, ustedes nómbrenlo. Muchas de esas cosas yo las conozco apenas, y entonces deseo que me las explique. Es lo que hacemos en Diez Justos: no ponerle un prejuicio al formato sagrado del otro, ni verlo desde arribita ni pensar que está equivocado, sino ver cómo podemos enterarnos de su riqueza y aprender. Jorge Sierra lleva ya un tiempo en esta jugada de lo espiritual, desde 1974 para ser exactos, o sea dos años antes de que yo naciera.

Hablaremos por demás de un libro elegido para la ocasión, y se trata esta vez de El sendero de la mano izquierda, del español Fernando Sánchez Dragó. Esta obra suya en particular ganó el Premio Espiritualidad 2002.

La entrevista El otro Jorge Sierra se llevará a cabo hoy a las 18:30 horas en librería Sophos. ¿Se apuntan?

(Columna publicada el 24 de febrero de 2011.)