'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Dos filmes

He seguido con enorme interés las series y producciones de HBO a lo largo de los años y ya las décadas. Allí me tienen viendo las temporadas de Mad men –una serie muy sutil, resulta– y True Blood –en clave de cómic, divierte incluso cuando a veces irrita.

El fin de semana, disfruté dos filmes hechos por HBO: uno con Claire Danes sobre Temple Grandin; otro con Pacino sobre Jack Kevorkian. O sea dos retratos, y estoy por decir dos preguntas, dos interpelaciones.

El filme de Claire Danes, además de revelarnos a ésta como actriz con recursos, nos describe el caso real de la autista Temple Grandin. Los autistas son los outlaws de la percepción socializada. Como sabemos, cuentan con un mundo interior excesivamente complejo, han sido a menudo condenados por ello. De semejante sepultura Temple Gradin osó salir. Nada muy fácil: lidiar por un lado con un mundo privado que demanda dosis titánicas de introspección y por el otro con un mundo exterior que es todo estridencia y hostilidad. Y sin embargo, Gradin supo crear vínculos entre su impresionante solipsismo y el universo compartido, y además generar un nivel de diligencia altruista que le puede cerrar el hocico a no pocos activistas o misioneros.

Pacino –a quien ya habíamos visto trabajando para HBO en la magnífica Ángeles en América– retrata a alguien que, a diferencia de Gradin, no logra magnetizar el paradigma social, porque su acción ha sido dolorosamente prematura, en una sociedad que no quiere hablar de la muerte, nada quiere saber del bramido cósmico de las grandes enfermedades terminales, y más bien quiere ver virtud en la metástasis. La caída de Jack Kevorkian nos recuerda a la de Wilde y la de otros genios anticipados. Pero la semilla ya está sembrada, y en cien o quinientos años, cuando se hable de la ecología del dolor, el suicidio asistido y la eutanasia serán una realidad legal, guste o no guste.


(Columna publicada el 29 de julio de 2010.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.