'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Un humano rostro


No debe ser fácil para un documentalista declinar la invitación de los tiempos. Quiero decir que se da hoy la tentación del documental de guerra, o del documental explorador de la catástrofe religiosa o cultural, etc.

Pero lejos de los operativos realizados por el M15, lejos de las largas filas en los aeropuertos, lejos, en resumidas cuentas, de la tragedia oficial, hay también otras tragedias: tragedias de alcoba, tragedias íntimas, no por íntimas, y por anónimas, menos graves. El paradigma histórico es un magneto tan fuerte que absorbe todas las miradas, y nos hace olvidar que el mundo sangra por muchos lados. Más allá de lo oficial y lo clandestino, hay historias sencillas y profundas, esperando a ser contadas.

El español Chema Rodríguez ha encontrado en el puro desierto amnésico, en el rincón penúltimo del olvido, en la periferia sin gloria de La Línea, una perla documental.

Dije arriba “tragedias de alcoba”, pero no me refiero a una alcoba de cortinaje y shakesperiana, sino a un cuarto en dónde apenas cabe una cama y media flor. No podría caber allí tampoco uno de esos enormes equipos de producción, no, como los que usan en los programas de realidad... Esto se filmó desde el respeto auténtico, la interacción afectiva, incluso el humor. Imposible concebir a Chema como una especie de morboso espectador, buitre, lamprea, o excursionista europeo en el Tercer Mundo subvencionando sus sueños fílmico–narcisistas, o para decirlo en español de España: un pijo de mierda. Nada más alejado de la realidad. Me consta que las puso a ellas siempre en primer lugar…

Esta sensibilidad se nota también en sus libros, porque aparte de ser documentalista, escribe magníficos libros de viajes, pero tales viajes son siempre, más que desplazos meramente físicos, búsquedas de lo humano...


(Columna publicada el 17 de agosto de 2006.)

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Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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