¿Te queremos, Michael?
Asegura una nota en un diario local que la cobertura del juicio de Michael Jackson será moderada, pero nada hay de moderado ni discreto en torno a Jackson. Michael Jackson no solamente genera espectáculo: es ya un espectáculo en sí mismo, es ya el espectáculo en sí mismo.
¿Cómo sucedió esto? MJ es posiblemente el hombre que más se ha acercado en toda la historia de la humanidad al Centro del Sol del Espectáculo. La NASA lo envió en misión especial (entonces era uno de sus astronautas mejor preparados) pero algo misterioso ocurrió… Cuando volvió su nave, ya no era Michael Jackson quién estaba en ella, sino un mutante de guante blanco y lentejuelas y blanco él.
Explorar las intimidades de la fama cósmica trae consecuencias y efectos paralelos. Las radiaciones son demasiado intensas. Las revelaciones, irreversibles. Jackson cayó en cuenta entonces que no bastaba con estar cerca o metido en el espectáculo, había que portarlo en los genes y en la sangre, como una enfermedad, que había que biologizar el espectáculo. Y eso fue exactamente lo que hizo.
El profeta pop vio el sol, y de inmediato millones de seguidores se colocaron a sus pies, y son los mismos que ahora lo defienden en este sucio caso de pedofilia. En la web, se ha formado una plataforma de defensa pública. Concentraciones de apoyo en el mundo. Geraldo exigiendo un caso justo.
Efectos paralelos: el gran amante de los niños ahora es el primero en espantarlos. Es como un payaso sobremaquillado. Baudrillard, un poco payaso él también, lo considera “la nueva raza después de las razas”, contribuyendo en el acto con el mesianismo del personaje. No se engañen: el astronauta fue inoculado. ¿No lo ven, oh, insensatos? ¡Los marcianos nos están colonizando!
(Columna publicada el 10 de febrero de 2005.)
¿Cómo sucedió esto? MJ es posiblemente el hombre que más se ha acercado en toda la historia de la humanidad al Centro del Sol del Espectáculo. La NASA lo envió en misión especial (entonces era uno de sus astronautas mejor preparados) pero algo misterioso ocurrió… Cuando volvió su nave, ya no era Michael Jackson quién estaba en ella, sino un mutante de guante blanco y lentejuelas y blanco él.
Explorar las intimidades de la fama cósmica trae consecuencias y efectos paralelos. Las radiaciones son demasiado intensas. Las revelaciones, irreversibles. Jackson cayó en cuenta entonces que no bastaba con estar cerca o metido en el espectáculo, había que portarlo en los genes y en la sangre, como una enfermedad, que había que biologizar el espectáculo. Y eso fue exactamente lo que hizo.
El profeta pop vio el sol, y de inmediato millones de seguidores se colocaron a sus pies, y son los mismos que ahora lo defienden en este sucio caso de pedofilia. En la web, se ha formado una plataforma de defensa pública. Concentraciones de apoyo en el mundo. Geraldo exigiendo un caso justo.
Efectos paralelos: el gran amante de los niños ahora es el primero en espantarlos. Es como un payaso sobremaquillado. Baudrillard, un poco payaso él también, lo considera “la nueva raza después de las razas”, contribuyendo en el acto con el mesianismo del personaje. No se engañen: el astronauta fue inoculado. ¿No lo ven, oh, insensatos? ¡Los marcianos nos están colonizando!
(Columna publicada el 10 de febrero de 2005.)
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