'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Entrevistas

Me otorga un raro placer leer las entrevistas que hacen a los artistas y a los hombres en general. Eso porque leyéndolas me agarran las ganas de convertirme yo mismo en un entrevistado, en una persona que tiene cosas qué decir.

De esa manera las explicaciones que otros hacen son una invitación a dar mis propias explicaciones. Pero lo que cuenta es que me obligan a explicar, no como lo hago todos los días, con prisa, arrebatadamente, sino con cierto rigor, a pensar como si tuviese un interlocutor delante, corrigiendo de antemano, antes de soltar cualquier familiaridad –un instinto por demás natural en mí.

Lo que busco es decidirme bajo esa atmósfera exigente del entrevistado, esa atmósfera sobre todo verbal. Las entrevistas me posicionan en una sintonía de pregunta y respuesta. Y lo único que puede mediar entre una pregunta y una respuesta es la verdad. La verdad y el estilo. La verdad y el estilo hacen al hombre.

Ahora bien, la verdad y el estilo solamente nacen cuando se tiene al otro delante, o en mente. ¿Que muchos entrevistados dicen mentiras? Sí, por supuesto. Están hablando como si no existiesen los demás. Cuando un entrevistado miente, monologa. No es un entrevistado, justamente. Es un egoísta.

Ernst Cassirer dice en su libro clásico Antropología filosófica, hablando, por supuesto, de Platón: “La verdad es, por su naturaleza, la criatura del pensamiento dialéctico; no puede ser obtenida, por lo tanto, sino en la constante cooperación de los sujetos en una interrogación y réplica recíprocas. No es un objeto empírico; hay que entenderla como un producto de un acto social”.


(Columna publicada el 8 de julio de 2004.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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