'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







El padre y el reverendo

Pensando en el Padre Chemita, acribillado delante de su casa hace unos días o semanas: ¿no es cierto que en su momento tuvo problemas con la iglesia católica, y ésta amenazó con excomulgarlo, y lo excomulgó, me parece, por estar metido en la política?

Pensando entonces en las relaciones entre religión y política. ¿Son lícitas estas relaciones? Una vieja, peligrosa mancuerna, así lo indica la historia. De esa mancuerna nacieron muchos verdugos.

Ciertamente José María Ruiz Furlán no era verdugo alguno, ciertamente no merecía esa terrible muerte, y ciertamente su muerte es un escándalo viscoso. Tampoco era un visionario, iluminado o transgresor; a lo sumo, un buen vecino, según entiendo, bastante querido, demasiado guatemalteco, proclive a los viajes.

Pensando en la muerte de clérigos centroamericanos. Se podría escribir un libro de crónicas al respecto. Romero, Gerardi. Los sigo admirando.

Pensando desde luego en Gandhi, conocido por su desobediencia civil y largos ayunos. Un caso brillante, ejemplar. El paro total de 1919, o la famosa marcha de la sal, nos revelan a un ajedrecista nato, sí, a un entusiasta implacable, sí, pero sobre todo a un convencido. Es lo mismo con el reverendo Martin Luther King (el boicot de Montgomery, la marcha a Washington). Se acaban de cumplir los 75 años del nacimiento del maestro: Martin Luther King será siempre y toda vez un ejemplo de transgresión reflexiva.

En efecto, lo más duro es renunciar a la pueril rebeldía del adolescente (apenas forma, seducción) y comprender que se viola una ley para aplacar una ira y no así aumentarla. Dijo el reverendo en uno de sus magníficos sermones: “Hoy sabemos con certeza que la segregación está muerta. La única pregunta que queda es cuánto va a costar el funeral.”


(Columna publicada el 5 de febrero de 2004.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.