'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







El invitado no invitado

El viernes pasé a recoger un cheque al diario, y allí estaba Zamora, y lo saludé. Estaba nervioso. Por la tarde se daría a conocer la sentencia de su juicio. No puede ser del todo reconfortante saber que han golpeado y prácticamente secuestrado a los tuyos (el término “allanamiento ilegal” queda blandito) y esto como consecuencia de tu oficio, cuando siempre has creído que tu oficio es justamente la solución a este tipo de abusos y opresiones. No sé… hay situaciones que sencillamente no son sublimables, y veces cuando uno de veras no quiere ser mártir de nada –en especial cuando la familia está involucrada.

Y eso que José Rubén Zamora cuenta por lo menos con la posibilidad de un medio de comunicación para describirnos todo lo sucio del comportamiento de estos animales. Pero si él, con toda la ventaja de contar con un periódico para divulgar y enmarcar su caso, no pudo salir muy airado que digamos, imaginen ahora a todos aquellos que sufren el embate del poder, pero además en el más perfecto anonimato.

Siempre un infeliz orquestando en la sombra un operativo para destruir todo eso que lleva tanta sangre y sudor construir: un hogar. Siempre un invitado no invitado, con seis tenedores en cada mano, dispuesto a experimentar un poco con tu cuerpo. Y tu hija de tres años preguntándote por qué tu dedo índice de la mano derecha o izquierda es un poco más corto que el de resto de la humanidad, y cómo explicarle que a un tipo se le ocurrió, por ejemplo, cortártelo, para mandárselo en versión souvenir a tu familia, mientras te tenía, el muy miserable, secuestrado.


(Columna publicada el 3 de marzo de 2005.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.