'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







El bombero

Luego de un proceso de definición claudicante (el tsunami Bancafé botando a González, el samsara infecundo de las primarias), la GANA decide recapitalizarse políticamente, en la urgencia proseletista. Necesitaban de un naipe voraz para el juego electoral, optaron por empujar a Giammattei, o sea a un bombero. Eso: necesitaban de un bombero, una figura que llegase a tiempo al loco incendio de las elecciones.

Su reciente incursión en Presidios no fue ningún poema. Canalizar las aguas negras era el objetivo, y eso fue exactamente lo que hizo (borrando, argumentan algunos, la delicada línea entre lo necesario y lo extrajudicial). De paso, se agenció un lugar en la retina pública. Le escuché la otra vez en la radio, driblando, embistiendo. Toda esa pasión verbal lo magnetiza. Lo cuál tampoco significa mayor cosa pasados los meses: el guatemalteco se desencanta muy rápidamente de todo lo vagamente gramatical. Pero en su caso, no deja de conmover públicamente la imagen ineludible del discapacitado que lo puede todo –Roosevelt en la convención demócrata de 1924.

La decisión de incluir a Giammattei le costó a la GANA unas deserciones de rigor, quejas territoriales, esas cosas. Pero en el fondo se ha beneficiado de este maridaje improvisado (necesitan a un boxeador para darle continuidad a un proyecto político naturalmente agotado).

Cabe preguntarse si Giammattei cuenta con algo más que olfato, cojones y sentido de la oportunidad. Que no es poco, ciertamente, pero tampoco todo, hablando de un jefe de estado. A Giammattei lo excede un sentido de lo práctico. Si Vd. le solicita una narrativa de nación, le responderá con una boutade patriótica. La pregunta es: ¿se puede articular un futuro, una mística nacional en poco más de doscientos días?


(Columna publicada el 11 de enero de 2007.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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