'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Bush y los chinos

El hombre es el único animal que se tropieza dos veces con Bush. Más guerra, a no dudar.

Guerra es un decir. Si hemos de dar crédito a los preceptos enunciados en El arte de la guerra de Sun Tzu (por mi parte le tengo mucha fe a ese librillo excelente), entonces podemos asegurar sin riesgo que Bush Bob Esponja es un inepto en sabiduría bélica, y que su guerra (ya ni siquiera de los ciudadanos estadounidenses, aunque algunos ciudadanos estadounidenses así lo crean) es un ejemplo de cómo nunca se debe pelear, mamotreto histórico sólo comparable al fiasco indigesto de Vietnam.

Sin embargo, el espectáculo le valió a Bush, por lo menos, la reelección. ¿Hubiesen reelegido a Bush sin Irak? Mil veces no.

La pregunta es: ¿qué puede hacer Bush Bob Esponja contra Sun Tzu Altísimo y Respetadísimo Misionero de las Artes Marciales? Los militares chinos miran cómo sus rivales estadounidenses se gastan ellos solitos, se despilfarran, se embotan, y tal cuál decadentes romanos, se empachan de poder, plusvalía y obesidad, y practican la idolatría noticiosa, adorando becerros de oro en sus gigantes pantallas de plasma. Los chinos están ganando la batalla sin mover un dedo. Los guerreros victoriosos vencen primero y después van a la guerra –nos dice la sapiencia.

Para mientras –en una probeta descomunal llamada China– Tao y Mao y Malthus y Einstein y Hong Kong y el famoso “un país, dos sistemas” se han dado cita, mezcla histórica explosiva, ineluctable. Es una mezcla que se está fermentado mientras se habla alegremente de “las cooperaciones sino–estadounidenses”, ilustradas por demás por un muy poco reconfortante artículo de Qian Qichen aparecido en el China Daily, previo a la reelección de la Esponja (que absorbe sangre y más sangre). Naturalmente, después todos en Pekín se lavaron las manos, pero…


(Columna publicada el 11 de noviembre de 2003.)

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Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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