'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Gt (34)

Si queremos ser un país heroico, hemos de convertirnos en un productor de libertades.

Hablar de libertad en un texto tan contenido como este es una completa estupidez, si uno considera cuántas fórmulas y nociones de libertad para empezar existen. Me arriesgaré a dar igual una definición cercana a mi forma de pensar. Para mí la libertad es todo espacio sostenible de creatividad que produce posibilidades vitales y conscientes para el individuo y su contexto. La auténtica libertad reúne y habilita la mayor cantidad de perspectivas disponibles en cualquier momento dado, y está siempre abierta a la perspectiva de reunir más. Allí lo tienen.

El mayor problema con tratar de definir la libertad, es que rapidito se encuentra uno con detractores de uno y otro lado. Por caso, el valor de la libertad visto desde la derecha no es igual al valor de la libertad visto desde la izquierda. Son dos libertades, dos sensibilidades genéricas tan distintas, que parecieran contradictorias. A menudo colisionan (un ejemplo ideológico habitual en nuestro país es el de libertad de locomoción versus libertad de protesta). Para las personas como yo, que no poseen en exclusividad ninguna de las dos membresías citadas, la cosa se pone desde luego muy delicada.

El enfoque al cual me adhiero –el kenwilberiano– establece que ambas posiciones son verdaderas, pero solo parciales, y por tanto deben complementarse. Di en el pasado mi entendimiento al respecto en una columna llamada Integral en donde escribí: “Todas las visiones políticas tienen en ellas, en su modalidad saludable, un valor y una razón legítima de ser. Solo podremos salir de esta crisis en la medida en que podamos honrar de modo simultáneo las múltiples perspectivas del paisaje del poder.”


(Columna publicada el 25 de septiembre de 2014.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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