'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Hablar es barato

Además del lago de Atitlán, está asimismo el caso de Amatitlán, que ya en el imaginario colectivo es algo más pretérito que presente, lo cuál no deja de ser conveniente para el imaginario colectivo: en cierta forma, se trata de una cómoda forma de deshacerse de la responsabilidad de salvarlo. Cuando surgió la hidrilla, en el Lago de Izabal, lo que se hizo fue lanzar al agua unas bombas químicas en dobles litros de gaseosa que resolvieron el problema, aunque no queda muy claro a costa de qué. Y escuchaba la otra vez a alguien decir que la laguna de Yaxhá ya se ha visto afectada por problemas ecológicos.

Se requiere, para resolver de estas cuestiones, de una vigilancia ambiental muy determinada. Esta clase de vigilancia nada tiene en común con esos súbitos y festoneados despliegues de consciencia conservacionista que surgen en los medios cada cierto tiempo, y que se van tan pronto como vinieron. Piense usted en esos comedores compulsivos que optan por una dieta exterminadora nacida de una culpa no menos exterminadora, y la dieta les dura apenas unos días y a veces sólo unas cuántas horas, ganando más frustración de la que ya había antes.

Lo importante no es indignarse –lo importante jamás ha sido indignarse– sino cranear con paciencia, y ejecutar fríamente. De lo contrario vamos a terminar convirtiéndonos en caricaturas, algo así como esos judíos separatistas que aparecen en la película de Monthy Python, The Life of Brian, envueltos en discursos incendiarios, pero sin aterrizar nunca una mendiga iniciativa. En Facebook circulan miles y miles de causas todos los días –pontificias, sublimes, hiperbóreas– y todo el mundo se adhiere a las mismas, como si ello bastara mágicamente para activarlas. Eso es ilusión de acción y no acción en sí misma. En inglés hay un dicho: talk is cheap (hablar es barato). Es una gran verdad que, siendo columnista de opinión, conozco demasiado bien.


(Columna publicada el 5 de noviembre de 2009.)

No hay comentarios:

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
Creative Commons License
Buscando a Syd by Maurice Echeverría is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 3.0 Guatemala License.