Pasión y muerte de un barrilete
El barrilete escapó de las manos del niño.
¿A dónde? Sabemos que voló por encima de la colonia El Limón, donde fue avistado por cuatro mareros. Luego se elevó unos doscientos metros, y procedió a salir de la ciudad. Un grupo de ciclistas, que entrenaban para la Vuelta, lo vieron movilizarse hacia Región Occidente. Entre Xela y Cantel, en las faldas del cerro Chichigüitán, exactamente, planeó encima de una plantación de amapola, poco después hallada por la PNC, por cierto.
El barrilete iba ligero, porque en unas horas ya estaba sobrevolando una –es decir, otra– balacera en Guerrero, México, y lueguito ya se encontraba en la frontera con Estados Unidos, en donde un grupo de mojados medio muertos pudo percibirlo, un segundo antes de que un miliciano patriota estadounidense los agarrara a tiros. Se dice que el barrilete fue advertido en un concierto de Beyoncé, en Miami, pero eso sí seguro es casaca porque Beyoncé y su enorme culo andaban en ese momento de gira en el Asia. Pero lo que es innegable es que el barrilete trabó amistad con un aerostático anarquista que hace unos días tuvo a todo el Colorado en vilo, presuntamente por secuestrar a un niño, lo cuál resultó ser una –es decir, otra– mentira mediática.
Luego al mentado barrilete se le vio en un montón de lados: el mismo Zelaya confirmó haberlo visto desde una de las ventanas de la embajada brasileña; fue distinguido encima de una sesión de entrenamiento del Boca Juniors; volando cerca de la Villa Certosa, sobre una de las orgías de Berlusconi.
Finalmente, fue herido por una bala de la Guardia Revolucionaria Iraní. Sangrando, se mantuvo en el aire como pudo, pero al perder mucha sangre fue cayendo y cayendo. Cayó. Justo encima del lugar en donde presuntamente está enterrado un famoso maricón español, y poeta, de apellido Lorca. Cualquier intento por mantenerlo con vida fue inútil.
(Columna publicada el 22 de octubre de 2009.)
¿A dónde? Sabemos que voló por encima de la colonia El Limón, donde fue avistado por cuatro mareros. Luego se elevó unos doscientos metros, y procedió a salir de la ciudad. Un grupo de ciclistas, que entrenaban para la Vuelta, lo vieron movilizarse hacia Región Occidente. Entre Xela y Cantel, en las faldas del cerro Chichigüitán, exactamente, planeó encima de una plantación de amapola, poco después hallada por la PNC, por cierto.
El barrilete iba ligero, porque en unas horas ya estaba sobrevolando una –es decir, otra– balacera en Guerrero, México, y lueguito ya se encontraba en la frontera con Estados Unidos, en donde un grupo de mojados medio muertos pudo percibirlo, un segundo antes de que un miliciano patriota estadounidense los agarrara a tiros. Se dice que el barrilete fue advertido en un concierto de Beyoncé, en Miami, pero eso sí seguro es casaca porque Beyoncé y su enorme culo andaban en ese momento de gira en el Asia. Pero lo que es innegable es que el barrilete trabó amistad con un aerostático anarquista que hace unos días tuvo a todo el Colorado en vilo, presuntamente por secuestrar a un niño, lo cuál resultó ser una –es decir, otra– mentira mediática.
Luego al mentado barrilete se le vio en un montón de lados: el mismo Zelaya confirmó haberlo visto desde una de las ventanas de la embajada brasileña; fue distinguido encima de una sesión de entrenamiento del Boca Juniors; volando cerca de la Villa Certosa, sobre una de las orgías de Berlusconi.
Finalmente, fue herido por una bala de la Guardia Revolucionaria Iraní. Sangrando, se mantuvo en el aire como pudo, pero al perder mucha sangre fue cayendo y cayendo. Cayó. Justo encima del lugar en donde presuntamente está enterrado un famoso maricón español, y poeta, de apellido Lorca. Cualquier intento por mantenerlo con vida fue inútil.
(Columna publicada el 22 de octubre de 2009.)
1 comentario:
Y acá en Guate se empezó a vender buen café en los restaurantes cuando fue lo de la crisis cafetalera. Antes sólo dejaban lo peorcito para acá ¡Qué raro! SAludos, muy buena tu columna
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