'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Soundtrack


Por morbo, me he puesto a escuchar casetes viejos. Estoy hablando del pasado más tóxico, del pasado sin condón.

Desde las texturas undosas de Burning Spear hasta la presencia monárquica y desafinada de Calamaro (¡se acerca Tinta roja, nuevo disco!). Desde Charlie Parker –numen frenético– hasta las ingenuidades del glam rock versión Sunset Boulevard. El primer Fobia, el Suicidal Tendencies de mi época de skater… Por supuesto, siempre ha estado lo duro, en variadas reencarnaciones: Slayer, Overkill, Corrosion of Conformity, Tool… Y en otra onda Roger Waters, Spinetta, los Smiths, The Cure, Pixies... Los noventa, mi década (parece que ha pasado medio siglo), trajo consigo cosas, luces, escopetazos… Hacer listas es inútil…

Treinta años. Es porque voy a cumplir treinta años. No me había dado cuenta. Pero es eso. Una especie de hambre de revisitación, un agarrar contra la vía en el río de mis transmigraciones. Cada rola es el símbolo de una era, el trono huero de mi pasaje en este mundo. ¿Hice bien en llegar hasta aquí? ¿En cortar de tajo ciertas amistades? ¿En leer obsesivamente a ciertos autores?

Parece, maestrísimo, que la nostalgia te empieza a agarrar de los puros cojones. Es la temperatura afectiva subiendo ex profeso desde los riñones de la melancolía ultrasádica. Le pasa a los mejores... Hasta el Dalai Lama se emborracha de recuerdos… y en noches lluviosas todos tenemos un Tibet que nos duele como un cálculo renal…

Entre los casetes estaba uno de Alux Nahual, del ´81. Lo volví a escuchar. Me gustó. Así es como celebraré mi cumpleaños mañana. Voy a ir al concierto. Voy a dejar que la nostalgia me pegue una buena violada, pero eso sí, saliendo de allí le desmocho la cabeza de un tajo… Es la estrategia de la viuda negra, comprenden. Una cuestión de supervivencia.


(Columna publicada el 25 de mayo de 2006.)

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Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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