'Buscando a Syd'... El reto ha sido buscar lo poético en lo profano y lo eterno en lo breve, siendo lo breve una columna medio extraviada en la penúltima, y quien llega a la penúltima, ya se sabe, llega allí con las manos sucias, luego de haber manoseado el diario entero, neurótico de actualidad y maldiciendo. El escritor de penúltimas sabe que una vez cerrado el periódico, jamás será abierto de nuevo, y por eso se juega el todo por el todo. Sirva, pues, cada uno de estos textos como prefacio al olvido… Es lo que soy... Un escritor de relámpagos… Maurice Echeverría







Buscando a Buda


De esa cuenta, mi hermana llegó, por encargo de su fe, a vaciar la casa de mi abuela y se llevó Budas, mandalas, y demás íconos orientales. Mi hermana es una radical en estas cuestiones. Mi pobre abuela no dijo nada, para evitar conflictos.

Es increíble que se siga viendo el budismo como cosa del demonio. No todos, pero muchos, serían más felices siendo budistas que cristianos; por supuesto, no lo saben; posiblemente no lo sabrán jamás. La culpa, el miedo, la ignorancia, la intransigencia, el desdén, el fanatismo, no les permite abrir los ojos, investigar. No son éstos defectos del cristianismo, sino del ser humano.

Reflexiono en ello con motivo del advenimiento del Dalai Lama, que se acerca a Guatemala a dar dos charlas, la primera sobre las Cuatro Nobles Verdades, la segunda sobre la compasión.

El budismo está confinado en Guatemala a una marginalidad un tanto humillante, a pesar del entusiasmo de varios de sus adeptos. Con frecuencia, queda asociado a la nueva era, el hermetismo, la gnosis. Conozco una librería en dónde te ponen las obras completas del Dalai Lama junto a los manuales de Kábala, los manuales de Kábala junto a los Evangelios Perdidos, los Evangelios Perdidos junto al Kybalion, el Kybalion junto al Reiki, el Reiki junto la Wicca, la Wicca junto a Osho, Osho junto a Castaneda, y Castaneda junto al anarquista Krisnamurti. ¿No es irresponsable ponerlo todo en su solo caldo, sin dar explicaciones? Esa falta de rigor y diferenciación es la mejor arma de la intolerancia.

Tengo varias preguntas para el Dalai Lama, preguntas por ejemplo sobre la ira y su vendaval de venenos, sus mil cristales locos. Sigo pensando en ese Buda sereno y grande que tenía mi abuela en su cuarto, y que yo veía con curiosidad y asombro, siendo un crío.


(Columna publicada el 16 de septiembre de 2004.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola,
...es muy cierto lo que decis. yo soy wiccana, no budista, y aunque tengo cierta afinidad con la filosofia oriental, tambien me parece un agravio que la gente vea estos temas con tanta ignorancia y desinformacion.
...a pesar de poder tener algunos puntos en común, creo que no es para "meter todo en la misma bolsa" y arrinconar nuestros libros como "lecturas para gente extraña"...
aunque no te olvides que no solo es la gente ajena la que comete estos errores: algunos, en su impetu de búsqueda intentan adoptar todas las filosofias alternativas a la vez, en busca de alguna especie de "cambio magico"... eso tambien es producto de la ignorancia y desinformacion, no te parece?

excelente entrada, saludos!

Maurice Echeverría dijo...

Gracias por el feedback... m.

Mi foto
Maurice Echeverría (1976) nació en la ciudad de Guatemala. Ha publicado el libro de cuentos "Sala de espera" (Magna Terra, Guatemala, 2001) y "Por lo menos" (Santillana, Punto de Lectura, Guatemala, 2013). Los libros de poesía "Encierro y divagación en tres espacios y un anexo" (Editorial X, 2001) y "Los falsos millonarios" (Catafixia, 2010). Ha publicado la nouvelle "Labios" (Magna Terra, Guatemala, 2003), así como la novela "Diccionario Esotérico" (Norma, Guatemala, 2006). Maurice Echeverría ha colaborado en medios locales como Siglo XXI, El Periódico o Plaza Pública. Algunos de sus textos periodísticos son encontrables en el blog "Las páginas vulgares" (http://www.laspaginasvulgares.blogspot.com/). Como columnista, trabajó activamente para el diario El Quetzalteco, por medio de su columna "La Cueva" (reseñas de cine) y su columna editorial "Los Tarados". Desde el 2002 mantiene su columna "Buscando a Syd", en el diario El Periódico.
 
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